Hoy con un estallido social de casi un mes, nuestros niños y niñas se ven enfrentados a un estrés físico, y emocional que puede ser demostrado de mil maneras y, que para nosotros los adultos preocupados de nuestros propios intereses, pueden pasar desapercibidos.
No creamos porque están viendo dibujos animados, jugando en tablet, computador o celular, no se dan cuenta de lo que pasa a su alrededor. No nos ceguemos que ellos y ellas oyen sirenas, disparos, gente corriendo de aquí para allá, y cuando por fin logran salir de sus casas, solo ven destrucción, desolación.
Es ahora cuando debemos cuidarlos emocionalmente... Algunos ya son lo suficientemente grandes para recordar lo que hoy pasa conforme pasan los años, otros son muy pequeñitos que dependiendo de sus diversas realidades recordarán más o en menos cantidad de detalles lo que hoy pasa.
Por eso, démonos un tiempo, abracemos más, besemos más. Mírenlos, huélanlos, y disfruten ese exquisito aroma de bebé, niños/as incluso ya adolescentes.
Que este estallido social esté lleno de enseñanzas, aprovechando de explicar lo que sucede y que la lucha es por ellos y ellas. Pero por sobre todo, que sepan que estamos ahí para proteger y contener sus emociones.
