domingo, 6 de octubre de 2019

¿Qué sentido tiene la investigación cuantitativa en educación?

Hoy que tenemos grandes y rápidos cambios en torno a los conocimientos y la diversidad, se requiere profesionales idóneos y competentes para dar respuesta a diferentes realidades que son complejas, pero siempre dinámicas, por lo tanto, necesitamos frente a esto actitudes reflexivas y críticas con respecto a las realidades educativas que vivimos diariamente en nuestras aulas, sobre todo frente a sistemas pedagógicos de sectores altamente vulnerables. Además, es necesario poseer idoneidad técnico – profesional, para investigar científicamente esta realidad, por ende, poder transformarla de manera creativa y sostenida.
Por lo anterior, necesitamos docentes con capacidad de autocrítica, y que se asuman como reales pensadores y vean la pedagogía tal como es, una ciencia.
Tal como sostiene Paulo Freire (1988) sobre “que realicen la tarea permanente de estructurar realidad, de preguntarle y preguntarse sobre lo cotidiano y evidente, tarea ineludible para todo trabajador social”.
Para buscar el sentido de una investigación científica, cabe destacar primeramente la investigación general, porque sin ella no tendríamos la adquisición de conocimientos o nuevos descubrimientos.
Jean Pierre Vielle 1989 (citado por Albert 2007), explica el concepto afirmando que: la investigación se extiende como todo proceso de búsqueda sistemática de algo nuevo.
Para Carlos Borsotti (1989) “… Investigar es un proceso por el cual se intenta dar respuesta a problemas científicos, mediante procedimientos sistemáticos, que incluyen la producción de información válida y confiable”.
Por lo tanto, la importancia de una investigación cuantitativa en educación, nos muestra que es entendida como una disciplina, porque es un ámbito del conocimiento reciente, con acceso e intercambio de información relevante para buscar respuesta a través de números y con un esquema de método cuantitativo.
A través de este debemos tener en cuenta las exploraciones preliminares, estructurar el problema, especificar y definir el universo a investigar, decidir sobre cuál es la forma idónea de recabar información, diseñar cuestionarios, realizar estudios pilotos y si es necesario capacitar a entrevistadores, realizar una encuesta y la codificación de respuestas, procesar información y elaborar un informe final.
Las características del diseño cuantitativo, tiene varios puntos importantes a rescatar para elaborar una investigación y resultados eficientes y eficaces, sobre todo en materia de educación.
Alguna de las debilidades de este diseño de investigación, es que tiene una escasa o nula capacidad de dar cuenta de las interacciones y de los fenómenos culturales e ideológicos que ocurren mientras transcurre la recopilación de la información; no es capaz de aprehender las intenciones encubiertas en la acción. Este diseño, no contempla incorporar el elemento subjetivo en el diseño.
Ahora bien, toda medición o instrumento de recolección de los datos debe reunir dos requisitos esenciales: confiabilidad (grado en que su aplicación repetida al mismo objeto, produce iguales resultados) y validez (grado en que realmente mide la variable que pretende medir).
De forma general, se puede decir, que la importancia de la investigación educativa, es la aplicación de conceptos como conocimiento científico, ciencia, método científico e investigación científica aplicados a todos ellos en ámbito de la educación. Trata de problemas relativos a la naturaleza, epistemología, metodología, fines y objetivos en el marco de la búsqueda progresiva de conocimiento en el ámbito educativo. Una manera de poder dar una definición, es analizar cómo está concebida en las distintas perspectivas de investigación. (Albert, 2007).
Según las perspectivas empírico-analíticas, la investigación educativa equivale a investigación científica aplicada a la educación y debe ceñirse a las normas del método científico en su sentido más estricto. Desde esta perspectiva, se da carácter empírico de la investigación apoyándose en los mismos postulados que las ciencias naturales. Desde este punto de vista, investigar en educación “es el procedimiento más formal, sistemático e intensivo de llevar a cabo un análisis científico” (Best, 1972). “Consiste en una actividad encaminada hacia la creación de un cuerpo organizado de conocimientos científicos sobre todo aquello que resulta de interés para los educadores” (Travers, 1979).
Desde la corriente crítica, la investigación trata de develar creencias, valores y supuestos que subyacen en la práctica educativa. De ahí la necesidad de plantear una relación dialéctica entre teoría y práctica mediante la reflexión crítica. De esta manera, el conocimiento se genera desde la praxis y en la praxis. La investigación se concibe como un método permanente de autorreflexión. Según estas posturas se podría definir la investigación educativa como una “indagación sistemática y mantenida, planificada y autocrítica, que se halla sometida a crítica pública y a las comprobaciones empíricas en donde éstas resulten adecuadas” Stehouse (1984).  Elliot (1978) la define como “una reflexión diagnóstica sobre la propia práctica”.
Según hasta el momento expuesto, es importante destacar las características que permiten y le dan sentido a la investigación cuantitativa en educación:
Características de la investigación educativa
1. Permiten la presencia de acciones intencionales y sistemáticas
 2. Son realizadas con apoyo en un marco teórico
 3. Conducen al descubrimiento de algo nuevo
 4. Se obtiene a través de diversas naturalezas: conocimientos, teorías, ideas, conceptos, modelos, productos, artefactos, maquinas, medios, valores y comportamientos.




Por otra parte, existen objetivos que nos ayudan de sobremanera para que nuestra investigación educativa surta efecto y resulte exitoso, combinando con algo de cualitativo.

Objetivos de la investigación educativa
1. Conocer los distintos puntos de vista sobre la naturaleza de la investigación.
2. Adquirir el conocimiento y el dominio de la terminología básicas en la investigación.
3. Conocer los diversos enfoques metodológicos aplicados a la educación por los investigadores.
4. Dar respuesta a la necesidad de conocer y mejorar una determinada realidad educativa.
5. Innovar en educación y analizar los resultados y eficacia de dichas innovaciones para avanzar en la mejora de los resultados educativos.
6. Formular juicios de valor sobre la situación estudiada (evaluación), y establecer las causas que inciden sobre ella (diagnóstico). Esto facilita poder intervenir para potenciar, modificar y mejorar las situaciones educativas.
7. Tomar decisiones y, en su caso, generalizar conclusiones que puedan estar afectando por igual a muchos sujetos o situaciones, lo que amplía la posibilidad de actuar sobre ellas y de rentabilizar los recursos y las inversiones que se hacen en tiempo, esfuerzo y presupuesto al investigar.
8. Valorar el grado en que se alcanzan determinados objetivos educativos.

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